Soy una fan confesa de Lewis Carroll. Hace años que formo parte de la Sociedad de Lewis Carroll, de donde recibo información actualizada de todos los proyectos, eventos, libros, exposiciones, subastas y souvenirs que tengan relación con el Reverendo Charles L. Dogson. En enero de este año el galerista Víctor Saavedra trajo a Santiago la exposición del holandés Pat Andrea sobre Alicia en el País de las Maravillas, exposición que no tuvo tanta cobertura, pero para los amantes de Carroll nos mostró, a mi juicio, un punto de vista nuevo y refrescante sobre este cuento clásico. Vi una Alicia segura y adulta, a diferencia de lo que hizo Disney con su película (por cierto bastante deformada del cuento original, pero ese es otro tema). Esta nueva niña me parece más cercana a los dibujos de Tenniel, una Alicia fuerte y nada de ingenua aunque muy curiosa, como seguramente fue la misma Alice Liddell por lo que se puede intuir a partir de las fotografías que le tomó. Si comparamos las imágenes donde aparecen las tres hermanas, nos damos cuenta rápidamente que la mirada de Alicia es mucho más penetrante y profunda que las de Lorina y Edith, puede ser la diferencia de edad entre ellas, pero por experiencia creo que hay niños que tienen ángel y otros que no, no importa cuánto lo intentes.
Lewis Carroll fue el mayor de 10 hermanos, muchos de los cuales mantuvo económicamente hasta su muerte. Este personaje multifacético, diácono anglicano, matemático, escritor y fotógrafo, fanático del teatro, varias veces ha sido malentendido por su relación amistosa con niñas, las cuales siempre tuvieron palabras de cariño hacia él. También se ha especulado mucho sobre su distanciamiento de la fotografía, que ejerció durante 24 años y que terminó de manera inesperada. Muchas pueden ser las razones de su alejamiento de este arte, del cual obtuvo, a mi juicio nuevamente, obras maestras. Leyendo su biografía y varios otros escritos por diferentes académicos y estudiosos del personaje, generalmente su término con la fotografía se relaciona a un corte en la relación que él tenía con la familia Liddell, se especula que pidió la mano de Alicia y fue rechazado (Mr. Liddell era el decano de la Universidad, y se cree que él y su esposa tenían en mente candidatos más importantes para su hija que un simple empleado). También he leído que pudo haber sido porque Carroll se desencantó de la fotografía cuando apareció el Colodión Seco, argumento que me parece absurdo porque Carroll siempre compraba y probaba nuevos inventos. Mi teoría (totalmente discutible) pero dada desde el punto de vista de una fotógrafa que trabaja con la misma técnica que él 130 años después, es que tener 48 años en la época Victoriana y tener 48 años hoy es otra cosa. Cargar una cámara de 15 kilos, trípode, carpas, químicos en frascos de vidrio, placas de vidrio etc, etc, etc, cada vez que sales a fotografiar (teniendo en cuenta que en su vida sacó alrededor de 3.000 fotografías) al final del día te pasa la cuenta, y creo que a él le ganó la edad, a esa altura no debe haber tenido la misma fuerza que cuando comenzó a fotografiar con Colodión Húmedo en 1856, pocos años después de la invención del proceso. No olvidemos que murió de neumonía a los 66 años! Hoy a esa edad estás en la flor de la vida! Lamentablemente nunca podremos saber la verdadera razón, ya que a pesar que Carroll mantenía unos diarios, varios de ellos se perdieron, e incluso aquellos que se rescataron tienen páginas faltantes, que su sobrino supuestamente eliminó para “defender su honor”. Así también, destruyó muchas de sus fotografías, sobre todo aquellas de niñas desnudas, de las cuales sólo cuatro han sobrevivido, y que pintaron para que no fueran tan reales. Pero lo que me causa más tristeza, es que al morir Dogson, quien vivió muchos años en los departamentos del Christ Church, donde era catedrático, muchas de sus cosas fueron quemadas.
Independiente de todo esto, es siempre refrescante volver a sus imágenes y a sus escritos, que van mucho más allá del espejo y de Alicia (donde también hace alusión a la fotografía, pero de manera más ambigua, Alicia a través del espejo y el gato de Cheshire). Son muy entretenidos sus cuentos relacionados: Hiawatha´s Photography, A photographer´s day out y Photography Extraordinaire.
Nuevo libro imperdible:
The Photographs of Lewis Carroll
A Catalogue Raisonné By Edward Wakeling $83.75 USD
Casi mil fotografías en duotono
University of Texas Press
Release: Agosto 2015