En marzo nos propusimos con mi amiga Isabel Fernández comenzar a trabajar con papel salado. Ha sido una aventura maravillosa de aciertos y errores, pero debo confesar que además de trabajar (a veces largas jornadas de 6 horas), es la excusa para vernos, conversar, compartir de la vida. Este miércoles aproveché de hacer copias de los negativos que tomé el sábado en la viña, yo ya había salado el papel días antes, para no perder tiempo en eso y sólo dedicarnos a sensibilizarlo y exponerlo (estamos con tiempos de exposición de 1 hora, porque lo ponemos a la sombra para aumentar el contraste) y luego lavar, virar, fijar y lavar nuevamente, antes de tener que cerrar el boliche para regresar a mis labres de madre. Ayer nos atrasamos un poco (nunca nos alcanza el tiempo!!!) y salí rápido a buscar a las niñas al colegio y para mi mala suerte me paran los carabineros en un control rutinario pero que hizo que me atrasara aún más en llegar a la sala de mi hija menor! por suerte no fue grave y al verme se puso tan feliz que me olvidé del mal rato.
aquí las fotos.