Un regalo inesperado

A fines de los 70 el estadounidense Fred Picker creó Zone IV Studios y comenzó a modificar fotómetros con esta marca y a aparecer en las revistas de fotografía anunciando el revival de la cámara de placas de campo (field camera), al asociarse con el luthier Ron Wisner para recrear éstas cámaras llamadas Zone IV. La sociedad resultó muy beneficiosa para ambos, creando un gran número de cámaras hasta que a mediados de los 80 disolvieron la sociedad en malos términos. Picker continuó modificando fotómetros y comenzó a fabricar ampliadoras de luz fría, timers de laboratorio, vendiendo sus productos a través de una subdivisión para Calumet, hasta su trágica muerte el año 2002. Wisner por su parte continuó fabricando cámaras de múltiples formatos, ahora con su nombre. Muchas cámaras se hacían a pedido, donde los clientes pagaban por ella y debían esperar largo tiempo su fabricación y entrega. Junto con las cámaras, vendía también variados lentes, maletas y accesorios. Con el tiempo y la demanda algunas cámaras comenzaron a presentar fallas, Wisner se retrasaba en las fechas de entrega y de a poco comenzó a hacerse mala fama entre los fotógrafos, hasta que anunció la bancarrota y desapareció, dejando un mal sabor en muchos de sus clientes.

Catálogo Cámaras Wisner

Toda esta historia es para contarles que el martes recibí el mejor regalo de navidad que me han hecho nunca, y eso sobre todo porque no lo esperaba, para nada. Luis me regaló una Wisner 11×14″ (negativo 28×35 cms), maravillosa, enorme, increíblemente enorme y hermosa! él sabe que me gustan las cosas lindas, y se preocupó de regalarme este instrumento hecho de madera esmaltada (creo que de arce) con bronce y fuelle rojo, muy poco uso, y que además trae la maleta a medida, el protector de esmerilado y el porta placas (que tendré que adaptar para colodión). La cámara fue hecha a pedido hace varios años, y sólo tuvo un único dueño antes de llegar a mis manos. Me siento honrada de poder trabajar con tan elegante instrumento, espero hacerle honor, aunque no sé cuándo podré comenzar a usarla, aún estoy un poco intimidada por el tamaño y lo inmaculada que está (no quiero ensuciarla!), le dije a Luis que el próximo regalo tiene que ser un burro con un carro para poder trasladar todo! ya que no me contento de trabajar en estudio.