Se me rompieron las placas, otra vez.
No tengo palabras, sólo pena y rabia y una sensación de torpeza inmensa.
Sólo puedo culparme una vez más a mi misma. Después de un largo día de trabajo (estuve en el Parque Cousiño desde las 9:00 hasta las 15:30) volví a mi casa muy cansada, y luego al taller a clases, en eso dejé las placas sobre la mesa y se enredaron en la cartera y cayeron al suelo… salvé 2 negativos, pero los ambrotipos todos quebrados y hoy en la basura. Alcancé a escanearlos, y como soy perseverante volveré el próximo miércoles (si el clima me acompaña) al mismo lugar a repetir las tomas, nunca quedarán igual, pero me quedará el consuelo de haberlo intentado.
No sé si las fotos eran buenas o malas, no es eso lo que importa, es todo un día de trabajo tirado a la basura.
Ahora escucho Bach, un disco precioso que se llama Contemplation interpretado por Anne Queffélec.
Algo bueno de todo esto es que ahora tendré una caja especial para guardarlos. No me puede volver a pasar…